El secano de Lavalle se caracteriza por ser una de las zonas más árida de la Provincia de Mendoza. Esto puede comprobarse al visitar algunas de sus localidades, como por ejemplo, Lagunas del Rosario. Contradictoriamente, la primera vez que fuimos nos tocó una inusual lluvia (llovizna), por lo cual el camino de ripio empeoró considerablemente sus condiciones, generándose mucho barro.
En el viaje desde Mendoza a Lagunas del Rosario, a medida que el paisaje se volvía cada vez más seco, pues la tierra agrietada apenas lograba humedecerse con la llovizna, la vegetación era cada vez más pequeña.
Al ser una localidad rural, es bastante evidente la llegada de cualquier extranjera/o. A veces tuvimos la sensación de que los habitantes tendían a ser muy escépticos con nuestra visita, luego nos enteramos de que se han hecho una numerosa cantidad de estudios e investigaciones en la zona, y no siempre se comprometen con la comunidad, o simplemente no cumplen. Sin embargo, tras respetuosas conversaciones pudimos conocer a algunos miembros de la comunidad. Siempre dependerá de la adaptación y respeto que uno como extranjero tenga por el lugar y las personas.
En la noche bajó bastante la temperatura, por lo que fue crucial buscar leña y armar un fuego para una larga noche de asado y conversas junto a los extensionistas del proyecto: Leticia, Nahuel, Leandro y Omar.
También es importante para pasar la noche una carpa y saco de dormir.
Es esencial llevar agua, harta agua para todos los días que se vaya a estar. De los días que estuvimos allá ninguno de nosotros se duchó, así que nos fueron muy útiles las toallitas húmedas de farmacia. Incluso, los primeros días, Algarrobos, arbustos pequeños y espinos se volvían nuestros aliados a la hora de ir al baño.
Durante el día el sol es muy fuerte (excepto el día que llegamos por la inusual lluvia), por lo que siempre es recomendable andar con protector solar.
Durante el día el sol es muy fuerte (excepto el día que llegamos por la inusual lluvia), por lo que siempre es recomendable andar con protector solar.
Los kioskos son los únicos lugares donde comprar algún insumo, y son parte de las casas de sus habitantes, por lo que funcionan a su propio ritmo. Estos suelen ser un buen lugar para comenzar el encuentro con los lugareños, para presentarse y al mismo tiempo generar los primeros contactos.
Karin Bachler, Rodrigo Muñoz y Valentina Zanetta
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