lunes, 8 de diciembre de 2014

Etnografía Visual en la localidad de Lavalle

La relación con extensionistas y artesanos/as:

Desde antes de comenzar el terreno, nuestros/as profesores/as nos hicieron saber que los y las extensionistas de “Aprender a Emprender” eran todas/os “un pan de Dios” -literalmente-. Lo que vimos confirmado apenas les conocimos en Mendoza el día que llegamos.

La disposición de ellos/as por darnos espacio para llevar a cabo el plan de trabajo que traíamos (y reordenarlo en base a sus posibilidades), la apertura a escuchar todo tipo de inquietudes, la buena voluntad y -muchas veces- exigencia por comer juntos/as algo rico, en abundantes cantidades, entre otras cosas, fueron el pan de cada día en Lavalle.


Foto 1. Primera reunión con extensionistas. 01 de octubre 2014. (Autor: Tomás Torres)

En dicho sentido, supieron comunicarnos todo cuanto hacían por la feria, sus fortalezas y debilidades cotidianas, sus proyecciones respecto a “Aprender a Emprender”, muchas veces desde quien comparte un sueño con amigos/as.

Y desde ahí, pudimos tener la posibilidad de estar en la reunión mensual previa a la feria, con los/as artesanos/as además de Natalia. Se observó cómo organizaban la misma, y luego pudimos compartir una instancia común en cuatro grupos, cada uno/a de nosotros/as con un grupo de ellas/os.

Ellas/os, agradecidas/os por la gestión de los/as extensionistas, trabajan en pos ir desarrollando los saberes que han retomado de su tradición familiar o casera, o que han ido aprendiendo bajo el alero de capacitaciones ofrecidas por el proyecto, el agradecimiento de ellos/as respecto a la gestión de los/as primeros/as es tal, que de a poco ya se comienza a mencionar la necesidad de un cambio hacia una feria más participativa desde todos/as. 




Foto 2. Peluseando en el Ceil. Octubre, 2014. (Autor: Valentina Donoso)

La Finca Biodinámica Cosmos

Desde que nos pusimos en contacto con los extensionistas, nos plantearon la posibilidad de darnos alojamiento en la finca biodinámica Cosmos. Nos mandaron el facebook de la finca y nos encantó solo con mirar algunas fotografías. En el momento en que nos dirigimos al lugar, por un momento, temimos estar más alejados del pueblo de lo que se nos había indicado y definitivamente esperábamos adaptarnos a un lugar medianamente agreste. Pensamos también en la posible falta de contacto con los extensionistas.

Todos estos temores probaron ser infundados. Nuestra estadía en la finca Cosmos, fue la estadía en el hogar de Laura y Raimundo, junto a sus hijas y mascotas.

Se nos recibió de manera amena, teniendo nuestra propia pieza y cocina, un dispensario enorme de verduras, mermeladas, pan de grano, vino y “Andes”, pero por sobre todo, lo más importante fue el contacto con el cotidiano, de hacer familia y vivir el día a día de Laura y su familia.




Foto 3.La Morada. Octubre 2014. (Autor: Luna Alveal)

Este hogar estaba en su totalidad impregnado y construido desde la subjetividad de sus moradores. Cada rincón, pintura en la pared, cada hortaliza y verdura de la huerta, cada juego con Ema, cada travesura de Roco, Hugo y Ariel, era el reflejo del camino emprendido por nuestros anfitriones, quienes no solamente cultivaban un estilo de vida sustentable y armónico, sino que lo hacían desde un posicionamiento ante la sociedad. Su modo de vivir era la encarnación de modos distintos de llevar “lo normal”. En este sentido, jamás dejamos de aprender, tanto en el contexto etnográfico formal, como cuando llegábamos “a casa”.


Paseo a los Altos Limpios

Alrededor de las 12 de la tarde los extensionistas nos fueron a buscar en una trafic a la casa de Laura para dirigirnos hacia Altos Limpios. Raimundo les dio un recorrido a los extensionistas por la Finca Biodinámica, luego de esto fuimos a comprar las cosas que nos faltaban para nuestro día de paseo.




Foto 4. Entrada a Altos Limpios. 8 de octubre 2014. (Autor: N/N)

El camino hacia Los Altos Limpios era árido, la carretera a lo lejos se veía húmeda y brillantes sin embargo era el fuerte sol quien hacía el potente efecto. Al fin llegamos a las dunas, comenzamos a caminar todos juntos por esas montañas de arena donde el solo cada vez hacía sentir más su calor. Entre conversaciones y fotos en las dunas fuimos compartiendo nuestras experiencias de vida con los extensionistas, después de un rato decidimos bajar por el ardiente sol que nos pegaba en nuestras caras, cuando llegamos a la trafic compartimos unos ricos sándwiches hechos por nosotros, lo mejor es que a todos les gusto. Luego de ir a una reserva nos dirigimos a casa de Pame en su finca que quedaba en Lagunas de Rosario, ahí compartimos un rico cordero hecho por lo extensionistas y un rico pisco sour elaborado por nosotros, fue una tarde muy amena de hecho la sentimos en algún momento hasta familiar, en donde pudimos compartir conversaciones y un espacio muy agradable.



Foto 5. Asado. 8 de octubre 2014. (Autor: Luna Alveal)

El Movimiento

Viajar siempre resulta una experiencia abrumadoramente rica. En particular cuando implica el cruce de grandes hitos geográficos, en este caso, la cordillera de Los Andes. Para algunos de nosotros, esto daba al viaje mucho de “develación”, de traspaso de cortinas, de sabrosa incertidumbre.



Foto 6. Viaje 1. 29 de septiembre 2014. (Autor: Luna Alveal)

Una vez llegado a nuestro destino, el movimiento fue continuo. Caminamos grandes distancias en busca de mercancías mendocinas y lavallinas. Pedaleamos bajo espectaculares lunas llenas, y otra gran parte del tiempo observamos el paisaje moverse tras una ventana. Montañas, nieve, campos, secano. Todo pasó por la ventana que fue movernos dentro de la experiencia de este laboratorio etnográfico, que nos sigue moviendo quizás en otras esferas, pero ciertamente a partir de nuestro transitar y mirar por ventanas, que eran n sí mismas un viaje por el propio asombro. ¿Cómo quedarse quieto/as ahora?


Foto 7. Finca de Natalia. 5 de septiembre 2014. (Autor: Luna Alveal)

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